Mis primeros bocadillos


Hola a todos.

De nuevo hemos llegado al día 15 del mes. Y, como siempre, dispuesta y con ilusión a participar en la propuesta de los blogs Els Fogons de la Bordeta y Xocolata Desfeta.

En esta ocasión, no me ha resultado difícil pensar en lo que iba a preparar. En el mismo momento que leí la propuesta que habían hecho, me vinieron a la cabeza los primeros bocadillos que probé en mi vida. Fué como si todos los recuerdos vinieran a mi mente de golpe. Cerré los ojos y, poco a poco, volví a vivir aquellos momentos. Desde entonces, ha pasado muchísimo tiempo, ciertamente. Y, en buena lógica, la variedad de bocadillos hechos  han sido muchos. Unos más sofisticados que otros, pero todos muy ricos, en general. Sin embargo, como aquellos primeros, ninguno me ha llegado a impactar tanto. Las circunstancias…? No estoy del todo segura.

Yo vivía en un pueblo pequeño. Nos separaban de la  capital unos 60 km. Naturalmente, mi mundo era pequeño, como mi pueblo. Sólo había unas dos o tres tiendas en las que poder comprar. Hay que recordar que la economia era muy distinta, así que podéis imaginar el contenido de esas tiendas. A la  capital únicamente viajábamos para que nos visitaran médicos especialistas y para poca cosa más. Es decir, para casos de necesidad.

Pues bien, en uno de esos viajes y cuando yo contaba unos trece años de edad, recuerdo que mis padres me llevaron a un bar grandísimo en el que sólo se servian bocadillos. No había mesas para sentarse. Las consumiciones se hacian alrededor de la gran barra. Era un bar para comer rápido y continuar con las tareas que nos habían llevado a la capital. Imaginaros mi impresión al encontrarme de golpe y delante de mis ojos con muchísimos ingredientes que yo no conocia en absoluto. Y todos ellos eran para meterlos entre pan ya que no se servía otra cosa…

Así probé mi primer bocadillo de foie gras con anchoas, el Parisien, que era el de queso de roquefort con jamón serrano, el de ensaladilla rusa, el de alcachofas con mahonesa………..

Todos y cada uno de estos bocadillos me resultaron de un placer al paladar inimaginable. Yo antes no había comido bocadillos. A lo más que había llegado, y era lo normal de todos los chicos del pueblo, era a comer un trozo de pan con una onza de chocolate. O un trozo de pan con aceite de oliva y azúcar por encima. No conocía las alcachofas de lata y muchísimo menos el queso de roquefort, ese queso de apariencia horrorosa pero de sabor exquisito.

Podéis imaginar, después de lo que cuento, el impacto que sentí al probar aquellas delicias. Y, sobre todo, que para mí ningún bocadillo que he comido después, a pesar de los ingredientes tan increibles que he usado, me han sabido igual. Las circunstancias…? Puede que sí.

Esta noche de viernespasado, para recordar y haceros partícipes a vosotros de aquellos días, he vuelto a hacer los cuatro que más he recordado. He cerrado los ojos y, con cada bocado, he vuelto a vivir todos y cada uno de aquellos momentos como si fuera el día que pisé aquel bar.

No os pongo los ingredientes. Simplemente se ven en la foto y es muy fácil si alguno de vosotros queréis probarlos.

Mis primeros bocadillos

Mis primeros bocadillos

Buen provecho!

5 pensamientos en “Mis primeros bocadillos

  1. Yo desayuno en ese mismo bar muchos días y siguen poniendo los mismos bocadillos, para mí el preferido es el de ensaladilla rusa.
    Un beso
    Emilio

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